Psicólogos identifican las “5 etapas del amor”: de las mariposas a la estabilidad

03/11/2014 - 12:00 am

Ciudad de México, 03 de noviembre (SinEmbargo).- Un nuevo estudio psicológico precisó cuáles son las cinco etapas por las que pasan las relaciones amorosas, de las “mariposas en el estómago” a la estabilidad, con síntomas como la pérdida de peso, la ansiedad y el incremento en los niveles de oxitocina.

El sitio de citas por internet eHarmony realizó en Gran Bretaña un estudio entre más de mil 300 de sus miembros a quienes se les aplicó una prueba psicológica que reflejaba su comportamiento, estilo de vida y actitudes hacia su pareja con el fin de medir el impacto que el amor tiene en el estado físico y salud de las personas.

Tras revisarlo con ayuda de profesionales en la materia, los expertos determinaron que existen cinco etapas por las que el promedio de las relaciones largas pasan a través del tiempo: las mariposas, la edificación, la asimilación, la honestidad y la estabilidad. En ellas, se gestan fenómenos psicológicos y físicos que cambian conforme la pareja se va enfrentando a distintos retos.

Con los datos obtenidos, estimaron que son 33 millones los británicos que están actualmente en una relación sentimental, de los cuales sólo el dos por ciento se encuentra en la primera etapa, aquella marcada por un enamoramiento intenso, atracción sexual y una distracción tal que la productividad y la atención -hasta para comer- se va a los suelos.

La psicóloga Linda Papadopoulus, participante en el estudio, dijo al diario británico Daily Mail que durante esta fase inicial hombres y mujer producen mayor cantidad de hormonas sexuales (testosterona y estrógenos), por lo que la mayoría de ellos notan un aumento en su líbido y es común que “no puedas dejar de tener sexo”.

Además debido a que la mente de las personas está en constante divagación, se suele dar una pérdida de peso pues “encontramos que hay gente que casi olvida comer, hay una sensación de estar lleno de amor”, mencionó la experta.

De manera física, en ocasiones se suele dar un brote de espinillas al inicio de las relaciones, debido a que el incremento en los niveles de testosterona causa también un aumento en el sebo, que puede causar un brote.

Foto: Cuartoscuro
Foto: Cuartoscuro

La segunda etapa, denominada “edificación” es aquella en la que la atracción inicial entre la pareja da paso a que se conozcan verdaderamente e inicien a construir su relación.

Pero la “luna de miel” aún no ha terminado, pues aquí se producen los neuroquímicos llamados monoaminas, que aumentan el ritmo cardiaco y dan el banderazo para ráfagas de placer intenso que culminan en sensaciones de “ansiedad feliz”, en la que las personas no pueden dejar de pensar más que en su pareja.

Aquí, un 29 por ciento de los participantes ubicaron una falta de sueño y de atención.

Si se llega al tercer peldaño, las cosas comienzan a ponerse serias, pues en la “asimilación” es cuando la pareja se comienza a cuestionar si su relación va por el camino correcto y empiezan a pensar a futuro.

Por ello, los niveles de estrés aumentan. “Esto es más serio de lo que pensé. Te conozco, pero ¿en qué punto de tu vida estás, queremos las mismas cosas?”, son algunas de las preguntas que suelen hacerse, de acuerdo con la doctora Papadopolous.

Hasta este punto, los sentimientos que causan felicidad han predominado, sin embargo para la etapa de la “honestidad” se da un verdadero aumento en los niveles de estrés y ansiedad, cuando las personas dejan las apariencias o caretas que hubieran podido durante los primeras fases y muestran su verdadero ser.

Un 15 por ciento de los participantes muestran aquí sentimientos de duda y vulnerabilidad, “hasta este momento todo ha sido maravilloso […] pero entre más seria se convierte la relación, más se preocupa la gente ‘¿es esto lo que creo que es?'”, dijo la psicóloga.

Estos primeros sentimientos negativos se pueden manifestar a través de molestias y obsesión en la relación.

Para la etapa final, y en la que se sitúan un 50 por ciento de los encuestados, es cuando los lazos y los sentimientos de adhesión se fortalecen, debido en parte a la producción de la vasopresina, una hormona liberada por hombres y mujeres durante el orgasmo, y a la oxitocina.

Cuando la estabilidad se logra, se incrementan también los niveles de confianza e intimidad.

en Sinembargo al Aire

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